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Yo me alimento bien, no necesito más minerales.

Me alimento bien no necesito mas minerales

¿Puede una alimentación correcta aportar todos los minerales que necesitamos?

Es una pregunta que nos repetís una y otra vez y que vamos a tratar de resolver.

Una alimentación correcta va a proveernos de gran parte de los minerales que necesitamos. Aun así con el estilo de vida occidental que llevamos, es muy difícil no tener carencias de determinados elementos.

Veamos por qué. Hay dos factores que están mudando muy rápido en las últimas décadas y que afectan de manera directa en la disponibilidad de minerales.

Me alimento bien no necesito mas minerales
Las tendencias a una alimentación sana ha sido uno de los mayores cambios producidos los últimos años en la población.

Primer factor: Menor aporte mineral del suelo

Uno es la sobreexplotación agrícola, con uso intensivo de la tierra y empleo de fertilizantes químicos. La búsqueda del máximo beneficio económico ha degradado gran parte de los suelos. Como consecuencia los alimentos son significativamente menos densos nutricionalmente que hace unas décadas.

“Al aprender a cultivar plantas más grandes y más rápidas, las plantas no son capaces de seguir el ritmo de absorción de los nutrientes del suelo ni de sintetizarlos internamente”-

Explica Donald R. Davis, de la Universidad de Texas en Austin. Creador de uno de los estudios científicos que ha llamado la atención sobre esta cuestión publicado en diciembre de 2004 de la revista Journal of the American College of Nutrition.

Utilizando los datos de nutrientes del USDA publicados en 1950 y 1999, los investigadores de la Universidad de Texas observaron los cambios en 13 nutrientes de 43 cultivos diferentes, desde espárragos y judías rojas hasta fresas y sandías.

Estas frutas y verduras crudas mostraron una disminución de las proteínas, el calcio, el fósforo, el hierro, la riboflavina y la vitamina C.

El nivel de descenso variaba según los nutrientes específicos y el tipo de fruta o verdura, pero en general oscilaba entre el 6% y el 38%.

Los científicos afirman que la raíz del problema está en los procesos agrícolas modernos que aumentan el rendimiento de las cosechas, pero perturban la salud del suelo.

Entre ellos se encuentran los métodos de irrigación, fertilización y cosecha, que alteran las interacciones esenciales entre las plantas y los hongos del suelo, lo que reduce la absorción de nutrientes del mismo.

Segundo Factor: Peor absorción de los nutrientes

Y en segundo lugar por nuestra peor absorción intestinal debido sobre todo por dos factores: una alimentación con preponderancia en el consumo de productos procesados y un modo de vida donde el estrés juega un papel crónico.

Todo esto daña nuestra microbiota y, por tanto, perjudica nuestra absorción intestinal.

La permeabilidad intestinal es una realidad de cada vez más personas. Sus implicaciones en la salud son muy diversas, pero si nos centramos en la carencia o no de minerales debemos atender a su funcionamiento.

Una capa epitelial intestinal dañada se vuelve ineficiente para extraer los buenos nutrientes que se supone que debe absorber de los alimentos que ingerimos para que las células produzcan energía en las mitocondrias.

Me alimento bien no necesito mas minerales
Dos factores: Menor aporte mineral del suelo y Peor absorción de los nutrientes.

Conclusiones: La pescadilla que se muerde la cola

Una pescadilla que se muerde la cola. Si hacemos un repaso, por un lado tenemos alimentos con menor aporte nutricional y, por otro, absorbemos peor esos micronutrientes.

Por estas razones se limita mucho la disponibilidad de los necesarios oligoelementos. Y el agua de mar no sólo nos los va a aportar, sino que lo hace de manera orgánica y en su proporción correcta con los beneficios que vamos a detallar.

Actuaciones para la esperanza

Una estrategia para mejorar el suelo es el consumo de productos eco o bio que permitan una regeneración progresiva del suelo.

Otra apuesta segura es la agricultura regenerativa, un amplio conjunto de prácticas que pueden restaurar la fertilidad de la tierra.

Un estudio publicado en el número de enero de 2022 de PeerJ: Life & Environment muestra que las prácticas de agricultura regenerativa producen cultivos con mayores niveles de materia orgánica en el suelo, puntuaciones de salud del suelo y mayores niveles de ciertas vitaminas, minerales y fitoquímicos.

Por otro lado, si nos queremos centrar en la absorción de nutrientes, debemos para ello sanar nuestro intestino. Por fortuna cada vez se acumula más conocimiento, estudios y profesionales con éxito en la materia.

Una alimentación basada en alimentos (y menos en productos), la actividad física frecuente, la realización de períodos de ayuno intermitente, un buen descanso y una correcta gestión emocional son estrategias que nos ayudarán para mejorar nuestra microbiota.

El agua de mar, además de aportarnos los 78 minerales y oligoelementos que necesitamos en su forma orgánica y biodisponible, contribuye también al equilibrio de las diferentes colonias de bichos que conforman nuestra microbiota.

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